Como ya se comentó en episodios anteriores, El Prólogo es una exploración de los motores que han formado una megatendencia del siglo XXI. Estas fuerzas motrices incluyen el aumento de la demanda mundial de energía, la creciente preocupación por el medio ambiente, la búsqueda del crecimiento económico, los modernos avances tecnológicos, el impacto de la energía en la defensa, la exploración de nuevas vías hacia el empoderamiento y el creciente marco mundial de políticas y normativas asociadas.
Las consideraciones éticas se han integrado cada vez más en las tecnologías de la 5ª Revolución Industrial, incluidas las que impulsan la megatendencia de las energías alternativas. La megatendencia recibe un impulso añadido de imperativos morales cada vez más poderosos, ya que encarna una "bondad" y una "superioridad moral" inherentes. Los que niegan la inminencia del cambio climático y otras amenazas medioambientales se incluyen en el bando de los "malvados". Otras tecnologías también plantean dilemas éticos. Por ejemplo, la explosión de la inteligencia artificial y su uso en la sociedad cotidiana suscitan inquietud.
La energía alternativa se presenta a sí misma como "intrínsecamente buena"; un camino hacia una buena vida y una buena sociedad. Los defensores de las energías renovables sostienen que son más baratas, más seguras y una opción energética más sensata, que ofrece una respuesta ética a los retos del cambio climático y la sostenibilidad. Así, la sociedad, los medios de comunicación e incluso algunos países las consideran moralmente superiores a otras fuentes de energía.
Sin embargo, al descorrer la cortina, los valores morales vinculados a los desarrollos energéticos alternativos presentan incoherencias inherentes. Dado que la energía es un bien necesario para la vida, uno de los mayores problemas éticos es el impacto que las iniciativas de energías alternativas tienen en los pobres. La competencia por la próxima mejor batería está impulsando una explosión de la minería con condiciones de trabajo cuestionables en los países en desarrollo. Y dadas las realidades actuales del mercado, la adopción de energías renovables depende en gran medida de los recursos financieros, lo que las hace inalcanzables para muchos.
Las energías renovables también presentan vulnerabilidades no abordadas y problemas prácticos. Por ejemplo, el rápido desarrollo de los biocombustibles presenta su propio enigma ético. El aumento de la proporción de biocombustibles en la combinación energética ha provocado la deforestación y la subida de los precios de los alimentos, ya que los cultivos previstos para el consumo alimentario se han desviado a la producción de biocombustibles. Los parques solares y eólicos plantean problemas éticos relacionados con el uso de la tierra.
A pesar de estas incoherencias éticas, a medida que la sociedad atribuye cada vez más valores éticos al progreso tecnológico, la política y la economía, las tecnologías energéticas alternativas ofrecen opciones políticas que se sitúan firmemente en el terreno moral, o en el "lado correcto de la historia".