Episodio 5: La creación de una megatendencia - Priorización dinámica de la seguridad

En el Episodio 4 analicé la relación entre la megatendencia de la energía alternativa y la securitización universal. A modo de recordatorio, la trayectoria de seguridad de la megatendencia ilustra el terreno cada vez más complejo que deben recorrer los responsables políticos para hacer frente a las crecientes amenazas a la seguridad (por ejemplo, medioambientales, sanitarias, cibernéticas, energéticas, económicas), lo que demuestra la utilidad del marco de la securitización universal como herramienta estratégica con aplicaciones tangibles.

Sin embargo, si se amplía demasiado el concepto de seguridad se corre el riesgo de que el término carezca de sentido. No basta con adoptar la securitización universal; abrumará a los responsables políticos, dejando el sistema inviable. En el mundo multicéntrico de hoy en día, para hacer frente a la nueva competencia de las grandes potencias y prevalecer en ella hay que evitar la inercia y la tentación de hacerlo todo, en todas partes y todo el tiempo. Es esencial que los responsables políticos eviten estas tentaciones.

Tal y como se ha comentado en El prólogocreo que la "priorización dinámica de la seguridad" es esencial para cualquier marco de seguridad viable en el siglo XXI. La priorización dinámica de la seguridad es algo más que reunir una simple matriz de prioridades, trazar las amenazas y voilà, las prioridades están identificadas. En cambio, los actores de la seguritización priorizan sus objetivos en función de sus necesidades percibidas, como la protección de las poblaciones de la invasión y la violencia, o la forma de mitigar las amenazas medioambientales, teniendo en cuenta los recursos y las capacidades disponibles para hacer frente a múltiples amenazas. Cuando se identifican amenazas específicas, se les asignan valores que reflejan la inminencia de la amenaza y el alcance de su impacto.

Se trata de un proceso difícil que se complica por una serie de factores. Es importante destacar que no pretendo ofrecer una receta que deba seguirse como las órdenes del médico. En cambio, a través del prisma de la megatendencia de la energía alternativa, ofrezco una posible hoja de ruta que podría permitir a los responsables políticos un camino a seguir.

Complicaciones en la priorización de la seguridad:

  • En un mundo universalmente securitizado, diferentes actores perciben de manera diferente las mismas amenazas a la seguridad y los mismos mecanismos de mitigación. Esto implica que las acciones de securitización de un actor pueden incitar a otros a tomar sus propias medidas en función de la necesidad percibida de proteger intereses vitales o en respuesta a consideraciones políticas apremiantes.
  • Las experiencias pasadas, los puntos de vista ideológicos o políticos limitan las perspectivas de los actores. Por ejemplo, la confianza de Francia en la línea de defensa de Bélgica contra la Alemania nazi, la línea de acción practicada en años anteriores, resultó ser errónea y no logró impedir que las tropas alemanas invadieran Bélgica. 
  • Los imperativos políticos y los caprichos del ciclo electoral limitan el establecimiento de prioridades. Como demuestra la megatendencia, un solo factor, como la degradación del medio ambiente, puede encajar en diferentes narrativas y escenarios -militares, económicos, energéticos y sociopolíticos-, lo que hace que el proceso de priorización sea especialmente propenso a la politización.

Un camino hacia adelante:

  • Calibrar una métrica clara que integre tanto el conocimiento local como el global. La amplia aceptación y adopción de estos parámetros es imprescindible para la formulación y cuantificación de las amenazas, así como para la medición y evaluación del poder, las capacidades y los recursos para hacerles frente. La cuantificación comienza con la determinación por parte de los actores de la securitización de los resultados beneficiosos, y los factores que ponen en peligro dichos resultados se designan como amenazas.
  • Desarrollar los términos de referencia necesarios -valoración de las amenazas a la seguridad y conveniencia de los resultados de la securitización- que sean ampliamente aceptables para una mayoría de actores y que vayan más allá de las nociones de espacio fijo, comunidad e identidad que regían la conducta de las hegemonías anteriores.
  • Desarrollar escenarios concretos, basados en sectores específicos con parámetros materiales y preocupaciones apremiantes que sean fáciles de entender para la sociedad. Con el fin de asignar prioridades, estos escenarios deben incluir valores específicos, comúnmente comprensibles y aceptables atribuidos a diferentes riesgos y resultados de la titulación.
  • Mantener un equilibrio que no se centre exclusivamente en un solo aspecto de la seguridad, recordando que las diferentes amenazas a la supervivencia y el dominio del Estado -económicas, energéticas, medioambientales y militares- suelen estar entrelazadas y se influyen mutuamente. Por ejemplo, la esperanza de que las tecnologías energéticas alternativas puedan proporcionar una respuesta a los dilemas nacionales en materia de seguridad energética puede existir completamente separada de la promesa de que las energías renovables puedan proporcionar una herramienta para crear nuevas áreas de crecimiento y ser una nueva fuente de empleo para otros (o incluso los mismos) actores.
  • Tratar los riesgos y los mecanismos de mitigación con un cierto nivel de abstracción, a menudo intencionadamente divorciado del contexto local. Una opción para conseguirlo es minimizar las inseguridades desarrollando puntos de referencia para las amenazas y sus impactos que reflejen consideraciones tanto locales como globales. Esto implicaría formular y asignar un orden de urgencia comúnmente aceptable a las amenazas específicas sobre objetos de seguridad concretos que se consideran de interés vital y requieren protección.
  • Lograr un equilibrio entre la urgencia y la necesidad que sustentan los juicios de valor de los actores. Las cuestiones urgentes requieren una reacción inmediata para evitar un resultado indeseable pendiente (es decir, la necesidad de abordar una crisis específica en lugar de los sucesos regulares). Las cuestiones necesarias tienen un plazo más largo y están más orientadas a los objetivos; representan puntos de referencia o elementos que deben alcanzarse para llegar a un resultado deseado. Por lo tanto, el establecimiento de prioridades debe guiarse por la necesidad, pero conservando la suficiente flexibilidad para responder a situaciones urgentes.
  • Tener en cuenta la inevitable influencia mutua que tienen estos sectores entre sí e incorporar los efectos secundarios probables e imprevistos de políticas específicas sobre otros sectores y objetos de titulación. 
  • Crear un nuevo enfoque de la seguridad que integre las necesidades sociales en evolución y las ideas de lo que representa los resultados deseables. Las nociones más recientes, como la de seguridad humana, difieren del concepto de seguridad que los gobiernos han estado dispuestos a garantizar a sus poblaciones, y a menudo requieren una coordinación transfronteriza para lograrlas. La pandemia de Covid-19 ofrece un ejemplo claro.
  • Desarrollar un marco de seguridad global para canalizar los enfoques y las prácticas de acuerdo con las prioridades de seguridad comúnmente aceptadas. Este marco no tendría que adoptar la forma de un gobierno mundial (y puede que tal gobierno no sea viable en la práctica), pero podría surgir como una estructura de gobernanza mundial que dirija el enfoque de los actores hacia valores comunes.
  • Seleccionar un número limitado de sectores de seguridad que correspondan a las cuestiones más pertinentes de las agendas de seguridad nacional. Una vía de sentido común puede ser seleccionar sectores como la geopolítica, la defensa, la energía, la economía y el medio ambiente. Estos sectores abordan la urgencia de las cuestiones de seguridad teniendo en cuenta tanto las posibles fuentes de amenazas a la seguridad -actores y naturaleza- como la necesidad de maximizar los resultados deseables en un mundo interconectado en el que ningún actor o acontecimiento puede considerarse de forma aislada.

Ante la aparición de nuevas amenazas a la seguridad, una securitización significativa debería centrarse en los ámbitos y sectores de la seguridad que sean procesables y que correspondan a los intereses vitales percibidos tanto por los actores de la securitización como por los destinatarios de la misma. La megatendencia está especialmente preparada para integrarse más y mejor en las estrategias de seguridad energética, de defensa, medioambiental y económica. Sin embargo, la impronta de las energías alternativas en la futura configuración de estos ámbitos vendrá determinada por el ritmo y el alcance de su expansión dentro de la cambiante combinación energética y la capacidad de los actores para superar algunas de las actuales vulnerabilidades de las energías alternativas.

En última instancia, las prioridades de securitización se basarán en la gestión de los conflictos y en los acuerdos cooperativos globales en los que los distintos actores lleguen a un acuerdo sobre los objetos de inmediatez y tangibilidad compartidos, y los mecanismos a través de los cuales securitizarlos. La ironía histórica es que la mayoría de estos acuerdos cooperativos se ejecutarán en el contexto de la competición de grandes potencias.